Nuestros pies son estructuras complejas y fundamentales que soportan el peso de nuestro cuerpo y nos permiten desplazarnos. Sin embargo, a menudo los descuidamos hasta que surge alguna molestia. A continuación, se detallan diez problemas comunes que afectan a los pies, sus causas y posibles tratamientos.
1. Pie de atleta
El pie de atleta es una infección fúngica que suele manifestarse entre los dedos del pie, aunque puede extenderse a otras áreas. Se caracteriza por picazón, enrojecimiento y descamación de la piel.
Causas: La exposición a ambientes húmedos y cálidos, como duchas públicas, piscinas o gimnasios, facilita el crecimiento de hongos. Usar calzado cerrado y húmedo también contribuye a su desarrollo.
Tratamiento: Mantener los pies limpios y secos es esencial. Los tratamientos antimicóticos de venta libre, como aerosoles, polvos o cremas, suelen ser efectivos. En casos persistentes, es recomendable consultar a un profesional de la salud.
2. Juanetes
Los juanetes son protuberancias óseas que se forman en la base del dedo gordo del pie, causando que este se desvíe hacia los otros dedos.
Causas: El uso de calzado estrecho o de tacón alto, predisposición genética y ciertas deformidades del pie pueden contribuir a su aparición.
Tratamiento: Optar por zapatos amplios y cómodos, utilizar almohadillas protectoras y aplicar hielo puede aliviar el dolor. En casos severos, la cirugía puede ser necesaria para corregir la deformidad.
3. Neuropatía diabética
La neuropatía diabética es una complicación de la diabetes que daña los nervios de los pies, provocando pérdida de sensibilidad y aumentando el riesgo de úlceras e infecciones.
Causas: Niveles elevados de glucosa en sangre durante períodos prolongados pueden dañar los nervios periféricos.
Tratamiento: Controlar estrictamente los niveles de azúcar en sangre, realizar inspecciones diarias de los pies y acudir regularmente al podólogo son medidas fundamentales para prevenir complicaciones.
4. Uñas encarnadas
Una uña encarnada ocurre cuando el borde de la uña crece hacia la piel circundante, causando dolor, enrojecimiento e hinchazón.
Causas: Cortar las uñas de forma incorrecta, usar calzado demasiado ajustado o sufrir traumatismos en el pie pueden provocar esta condición.
Tratamiento: Remojar el pie en agua tibia, mantener la uña elevada con una pequeña gasa y evitar zapatos apretados puede ayudar. Si hay signos de infección o el dolor persiste, es necesario consultar a un profesional.
5. Fascitis plantar
La fascitis plantar es una inflamación de la fascia plantar, el tejido que conecta el talón con los dedos y sostiene el arco del pie. Es una de las causas más comunes de dolor en el talón.
Causas: El uso de calzado inadecuado, malas posturas, trabajo excesivo de esta zona, pronación excesiva del pie, pobre flexibilidad y fuerza de los músculos flexores plantares y sobreestiramiento del tendón de Aquiles.
Tratamiento: El tratamiento suele incluir fisioterapia, antiinflamatorios no esteroideos (AINE) o corticosteroides, y necesariamente la modificación del reparto de fuerzas plantares con plantillas o soportes plantares termoconformados. Un calzado adecuado sirve como remedio y como prevención. En casos agudos y como medida paliativa puede realizarse un vendaje funcional que elimine la tensión plantar medial (dura aproximadamente de 2 a 3 días) o infiltraciones de corticoides directamente en la inserción fascial plantar talar. En casos muy extremos y pocos frecuentes hay que recurrir a la cirugía.
6. Ampollas
Las ampollas son bolsas llenas de líquido que se forman en la piel debido a la fricción o al calor.
Causas: Caminar o correr largas distancias, usar calzado nuevo o inadecuado y la humedad pueden provocar ampollas.
Tratamiento: Es recomendable no reventar las ampollas para evitar infecciones. Proteger la zona con apósitos y mantenerla limpia facilita la cicatrización.
7. Callos y durezas
Los callos y durezas son áreas de piel engrosada que se desarrollan como respuesta a la presión o fricción.
Causas: El uso de calzado inadecuado, deformidades en los pies o actividades que generan presión repetitiva pueden originarlos.
Tratamiento: Remojar los pies y utilizar una piedra pómez para eliminar el exceso de piel, junto con el uso de calzado adecuado, puede aliviar estos problemas.
8. Espolón calcáneo
Un espolón calcáneo es una protuberancia ósea que se forma en el talón, a menudo asociado con la fascitis plantar.
Causas: La tensión prolongada en los músculos y ligamentos del pie puede provocar la formación de espolones.
Tratamiento: El uso de plantillas ortopédicas, ejercicios de estiramiento y, en casos severos, cirugía, pueden ser opciones de tratamiento.
9. Dedo en martillo
El dedo en martillo es una deformidad en la que el dedo se dobla hacia abajo en la articulación media, adoptando una forma de martillo.
Causas: Uso de calzado estrecho, desequilibrios musculares o artritis pueden contribuir a su desarrollo.
Tratamiento: Utilizar calzado amplio, ejercicios de estiramiento y, en casos avanzados, cirugía, son opciones para corregir esta deformidad.
10. Hematoma por cálculos
Un hematoma por cálculos es una acumulación de sangre debajo de la uña del pie, generalmente causada por un traumatismo.
Causas: Golpes directos, como dejar caer un objeto pesado sobre el pie, o actividades repetitivas que impliquen impacto pueden causarlo.
Tratamiento: Aplicar hielo, elevar el pie