El uso del petróleo como fuente de energía primaria continúa siendo determinante para diversos sectores económicos. A saber: transportes; industrias manufactureras; sectores agrícolas y energéticos. Además, algunas inversiones y sus rendimientos dependen de la evolución del precio. Si recientemente, el precio se incrementó en un 2%, qué estiman los analistas que suceda durante 2025. ¿Subirá? ¿Se mantendrá? ¿O descenderá?
El precio del petróleo tocó máximos después de acaecer la invasión de Ucrania a manos del ejército ruso. Una demostración de las innumerables variables que desempeñan un protagonismo activo en el precio de esta fuente de energía. El panorama actual es bastante diferente. Más bajo y estable en su evolución a pesar de arrancar con subidas estos últimos meses de 2024. A comienzos de noviembre, el precio del barril ascendía un 2% con una oferta de 180.000 barriles diarios. Hablamos de la variedad Brent, una referencia para Europa. Su cotización quedaba en los 74,46 dólares.
La decisión de este precio dependía exclusivamente de los ocho países que conforman la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo). Es decir, los representantes de Rusia, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Irak, Kazajistán, Kuwait, Omán y Argelia acordaron ampliar una producción de 2,2 millones (alrededor de 180.000 barriles al día) de barriles por día hasta finales de diciembre de este año. Esta decisión englobaba otro acuerdo: mantener una oferta restringida durante estos meses de noviembre y diciembre.
¿Qué implicará este aplazamiento de cara al próximo año? Los analistas, en términos generales, estiman que habrá un cierto equilibrio del precio del petróleo brent. Las estimaciones cifran en una cotización cercana a los 75 dólares, comportándose de manera similar a estos últimos meses de 2024. Incluso, algunos expertos auguran un comportamiento semejante para 2026. ¿Sucederá así?
Previsión de cotizaciones estables
Son previsiones que podrían darse, pero el precio del petróleo suele ser muy volátil y depender de innumerables factores: desde la simple oferta y demanda a las decisiones de los países productores. Obviamente cualquier tensión geopolítica y evolución económica (las continuadas bajadas de los tipos de interés, por ejemplo) influirán en cómo se comportará el coste de esta materia prima, y que repercutirá en el bolsillo de los ciudadanos.
De darse estos datos de cotización, y siempre según los analistas, estaríamos hablando de un escenario de estabilidad (o descenso). Los precios se moderarían salvo grandes cataclismos políticos, como un posible conflicto bélico como el que protagoniza Israel. O ver cómo evoluciona el que tienen Ucrania y Rusia. Tampoco puede asegurarse cómo será la demanda del petróleo, otro de los factores que preocupa a los analistas, como han reflejado en sus informes al creerse que aumentará durante los primeros meses de 2025.
Estimaciones con precios al alza
Este panorama económico es el que se desprende de los informes de ANZ Research, Fitch Ratings e ING. Unas estimaciones conservadoras y que contrastan con otros analistas que apuntan a un escenario diferente. Sería el denominado Escenario de Precio Alto, con estimaciones cercanas a los 100 dólares. Sería el caso de los informes realizados por analistas como BMI (estiman un precio cercano a los 82 dólares); US Energy Information Agency (sobre los 85 dólares), Lukman Leong (con una subida más importante: 90 dólares) y Trading Economics, el analista más pesimista al indicar que el precio del crudo subirá hasta los 90 dólares en el primer semestre de 2025 y rondará los 100 dólares en la segunda parte del año.
Aunque la mayoría de los escenarios apuntan a un entorno estable, estos últimos analistas mencionados dibujan otras perspectivas debido a las posibilidades aún existentes de darse una recesión económica, a un aumento de las tensiones geopolíticas y al posible incremento de la demanda del mercado chino. Hay que recordar que China es el mayor importador de crudo del mundo y que el consumo realizado durante estos últimos años ha sido descendente.
Por último, ambos escenarios también dependen de la decisión de la OPEP de si mantiene su política de control de la producción o decide realizar algún tipo de modificación en función de la evolución económica mundial. A día de hoy, este factor es incontrolable en las previsiones realizadas por todos los analistas mencionados. Si bien es cierto que todos coinciden que serán años de bonanza para todos los implicados en el mercado del crudo y que se mantendrán las subidas y bajadas vistas durante estos últimos años después de tocar máximo a raíz de la invasión de Ucrania protagonizada por Rusia.
A lo largo de 2025, por último, estos analistas también abren un nuevo factor aún incontrolable para reflejar con certeza en los informes. Se refieren a conocer cómo evolucionará el mercado de los vehículos eléctricos en comprobar cómo avanza esa denominada transición energética y descarbonización, orientadas a fomentar el uso de nuevas fuentes de energía renovable y disminuir el uso de combustibles fósiles; aunque sean desafíos a muy largo plazo ya tienen su incidencia en la volatilidad del precio del crudo.