El alojamiento web es el motor de un sitio y el que agiliza la conexión inmediata con el contenido solicitado. Sin embargo, al ser tan amplia la oferta, no siempre resulta sencillo elegir la alternativa más adecuada.
Requisitos indispensables de un alojamiento web ideal
El buen hosting nunca debe ser compartido o apostar por servidores físicos a los que cualquier incidencia pueda dejar inactivos durante días. El empleo de un servidor dedicado a cada sitio y en la nube es una alternativa que permite contar con una copia de seguridad inmediata en caso de ciberataque. Al mismo tiempo, los planes de contratación han de ser escalables para que el alojamiento se adapte al espacio que necesite a medida que crece el proyecto. No es menos importante que el servidor utilizado cuente, como mínimo, con un sello SSL de seguridad para encriptar el intercambio de datos entre el usuario y la web. La inclusión de una protección DDoS contra los ciberdelitos más frecuentes es bienvenida.
No es conveniente obviar que la importancia de un buen alojamiento web radica en la velocidad de carga de un sitio web. Debe ser menor a los cuatro segundos al ser este el límite que los buscadores establecen para otorgar el posicionamiento más acorde a cada propuesta. Al mismo tiempo, el empleo de un panel de control fácil de manejar que permita modificar los parámetros arriba indicados contribuye a que quien gestiona la web sea capaz de adaptarla a las necesidades reales de la misma.
¿Qué tipo de sitios webs exigen un alojamiento más competitivo?
Aunque las distintas alternativas a una red VPN permiten adquirir una velocidad de conexión más alta, no es menos cierto que cualquier página exige la máxima velocidad, ya que de ella dependerá su tráfico orgánico y la incorporación de las nuevas tendencias a su diseño. De todas maneras, hay algunos tipos de páginas que exigen un alojamiento que genere una experiencia de usuario más satisfactoria por los contenidos que promueve. Es el caso de las que permiten acceder a videojuegos o a contenidos musicales como complemento a sus propuestas habituales.
Los sitios web para ver películas en streaming son un buen ejemplo de cómo el alojamiento web permite el visionado de decenas de títulos de interés. Entran en el mismo grupo las webs de las tiendas con un catálogo repleto de referencias, las de hoteles de cierto nivel y la de algunos restaurantes que incluyen una explicación detallada de cada receta. En definitiva, cuanto mejor sea el alojamiento, más rápidamente cargará la web y más facilidades habrá para que quien la visita regrese en el futuro a consultar otro contenido. Por lo tanto, el óptimo alojamiento web es sinónimo de adaptación total a cada usuario, de entender cuáles son las tendencias más actuales y de imprimirle más velocidad al proceso de carga de una página web. Elegir bien la empresa que ofrece el servicio es la mejor manera de convertir cualquier proyecto en la red en uno mucho más exitoso y competitivo.
