Este país es un destino imprescindible del sudeste asiático. Sus paisajes únicos, su rica cultura y su exquisita gastronomía son solo algunas de las razones que lo convierten en una experiencia inolvidable. Si estás pensando en un viaje a Vietnam para tus próximas vacaciones, aquí tienes cinco motivos por los que este destino debería estar en tu lista.
1. Paisajes naturales que parecen sacados de un sueño
Vietnam es un país repleto de maravillas naturales. La Bahía de Ha Long, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, destaca por sus más de 1.600 islas e islotes de piedra caliza, rodeados por aguas verde esmeralda.
Otro lugar icónico son las terrazas de arroz de Sapa, en el norte del país. Estos paisajes escalonados no solo son un espectáculo visual, sino también una oportunidad para explorar la vida rural y disfrutar de rutas de senderismo.
Las playas de Phu Quoc, el archipiélago de Con Dao, las dunas de Mui Ne y el Parque Nacional de Phong Nha son solo algunos ejemplos de la impresionante diversidad natural que ofrece Vietnam.
2. Una cultura rica y apasionante
Vietnam es una mezcla fascinante de tradiciones ancestrales y modernas expresiones culturales. El Tet, el Año Nuevo Lunar vietnamita, es una de las celebraciones más importantes, donde la espiritualidad y la tradición se combinan en una festividad única.
El Festival de Linternas de Hoi An es otro evento imperdible. Imagina pedir un deseo mientras liberas una lámpara flotante en el río, rodeado de luces y colores mágicos.
La música tradicional, el teatro de marionetas y la artesanía local son pilares de una cultura que sorprende y enriquece a quienes la descubren.
3. Actividades al aire libre para todos los gustos
Vietnam es un paraíso para los amantes de la aventura. Una de las experiencias más emocionantes es recorrer el Ha Giang Loop en moto, una ruta espectacular por las montañas del norte que ofrece paisajes únicos, desde valles profundos hasta impresionantes acantilados.
Otra actividad imprescindible es un crucero por la Bahía de Ha Long, con la opción de pasar la noche en una embarcación tradicional y explorar sus cuevas ocultas, islotes y playas.
Si prefieres el agua, prueba el kayak en la Bahía de Lan Ha, una alternativa más tranquila pero igual de hermosa que Ha-Long. En el centro del país, puedes disfrutar de un paseo en bote de bambú en Tam Coc, un recorrido que serpentea entre arrozales y formaciones rocosas.
Para los senderistas, las terrazas de arroz de Sapa ofrecen rutas inolvidables, mientras que en el sur, el Delta del Mekong invita a explorar sus mercados flotantes y canales en pequeñas embarcaciones.
Estas actividades no solo te conectan con la naturaleza, sino que también te permiten descubrir el auténtico estilo de vida vietnamita en cada rincón.
4. Una gastronomía que conquista paladares
La cocina vietnamita es un viaje de sabores que no deja a nadie indiferente. Platos icónicos como el pho, una reconfortante sopa de fideos con caldo aromático, o los rollitos frescos envueltos en papel de arroz, destacan por su frescura y equilibrio. En la región de Hoi An, el cao lau (fideos de arroz con carne de cerdo y hierbas) es una auténtica delicia que refleja la riqueza culinaria local.
En el norte, no puedes perderte el bun cha, un plato de carne de cerdo a la parrilla acompañado de fideos de arroz y un caldo ligeramente dulce, o el banh cuon, finas láminas de arroz al vapor rellenas de carne y setas. Por su parte, el sur del país ofrece sabores más intensos, como el banh xeo, una crujiente crepe de arroz rellena de gambas y brotes de soja.
Para los más curiosos, muchas ciudades como Hanói o Ciudad Ho Chi Minh ofrecen tours gastronómicos, en moto o bicicleta, ideales para probar especialidades locales en mercados callejeros y pequeños restaurantes familiares. Además, puedes participar en clases de cocina donde aprenderás a preparar tus propios rollitos o a dominar el arte de equilibrar los sabores esenciales: dulce, salado, ácido y picante.
La gastronomía vietnamita no solo es deliciosa, sino que también refleja su cultura, geografía y tradiciones en cada plato. Cada bocado es una ventana a la esencia del país.
5. La hospitalidad de su gente
Los vietnamitas son conocidos por su amabilidad y calidez. Siempre dispuestos a ayudar, te recibirán con una sonrisa y estarán encantados de compartir su cultura contigo.
No es raro que te inviten a hospedarte en sus hogares o que te enseñen a preparar algún plato típico. Este trato cercano hace que la experiencia de viajar a Vietnam sea aún más enriquecedora.
Vietnam es un destino que lo tiene todo: paisajes naturales inolvidables, una cultura rica y fascinante, actividades para los más aventureros, una gastronomía irresistible y la calidez de su gente. Este país ofrece experiencias que van más allá de unas simples vacaciones, dejando recuerdos imborrables. Si buscas un lugar que combine belleza, historia y autenticidad, Vietnam debería ser tu próxima elección.